Estar presentes en la vida cotidiana de los hijos. Conocer sus características de temperamento y carácter.
Si el joven muestra o le descubren alguna actividad inapropiada respecto a su identidad sexual natural, los padres, según el nivel de confianza, comunicación y autoridad que se haya desarrollado con su hijo(a), deberán conversar, evitando el juicio y el prejuicio, para dialogar y compartir los pensamientos y sentimientos que le llevan a tales actividades.
Si se encuentran con barreras de comunicación, se deberá emprender un proceso de acompañamiento que inicia con una larga etapa de escucha activa para que luego el(la) chico(a) abra su corazón y se disponga al diálogo.
Es hasta haber alcanzado el diálogo activo cuando se podrá gradualmente ir proponiendo la reintegración según su sexualidad natural.
Algunos comportamientos como alta sensibilidad, gran imaginación, finos modales, personalización de las situaciones, cavilaciones (sobre pensamiento) y expresión artística, pueden ser relacionados a su personalidad y dieran pauta de predisposición a ir desarrollando la condición de AMS; pero esto no significa que por tener estas características se determina la AMS.
El temperamento se refiere a las características innatas (factores heredados genéticamente), el carácter se refiere a las cualidades y valores adquiridos, y estos combinados van conformando la personalidad única de características y comportamientos.
Este artículo es parte del capítulo 5.
Descargue el capítulo completo en PDF de esta serie aquí: