¿Qué es la disforia de género?

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Es un término actual ideologizado para definir la AMS.

Disforia es un término que describe un descontento o inconformidad, tristeza y ansiedad (RAE).

La disforia de género es un término acuñado por el médico Norman Fisk en 19741 para definir la inconformidad, malestar y/o conflicto que posee una persona entre su identidad y su sexo biológico.

Desde el siglo 19 se ha intentado explicar si la AMS es un trastorno psicológico o una variación natural de la sexualidad. Han existido especialistas de ambos bandos. 

En 1886, Richard von Krafft-Ebing clasificó las patologías sexuales e incluyó en ellas a la homosexualidad.

En el otro lado, podemos mencionar que Sigmund Freud (1856-1939), creía que toda persona es bisexual por naturaleza. 

Estas diferencias de opiniones aumentaron más a mediados del siglo 20 y las discusiones se dirigieron al seno de la asociación más importante de la psicología, la American Psychological Association (APA).

La APA y el DSM
La APA ha sido la encargada de publicar el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés). Este manual es la guía oficial para describir y diagnosticar los trastornos mentales según sus síntomas.

En esta asociación, la definición de la homosexualidad, la AMS y las conductas similares dentro del conjunto de trastornos y patologías, se convirtió en un campo de batalla entre psicólogos que proponían su condición antinatural y los especialistas afines a los activistas gay. 

Esta lucha inició formalmente en 1952 cuando en el DSM finalmente se clasificó a la homosexualidad como un desorden mental, es decir un trastorno sociopático de la personalidad.

Esto desencadenó protestas, inconformidades. En este contexto surgen dos estudios a resaltar: Hooker (1952) y Bieber (1962).

La Dra. Evelyn Hooker publicó un estudio en 1952 concluyendo que la homosexualidad no era un desorden clínico. Su estudio se basó en tratar de descubrir cuáles de tan solo 60 hombres eran homo o heterosexuales con solo ver los resultados de sus pruebas psicológicas2. Esta forma de llegar a dicha conclusión debió ser cuestionada; sin embargo, este estudio fue aplaudido por la comunidad gay de la época, e influyó mucho en las discusiones de la APA en los años siguientes.

Por su parte en 1962, el psicoanalista Irving Bieber propuso que la homosexualidad es causada por una patológica relación entre padres e hijos3, basado en un estudio con más de 1000 hombres.

En 1964, se visibilizan las protestas LGTBI y culminan en 1969 con los disturbios de Stonewall en Nueva York.
Estas protestas estaban basadas en que la condición homosexual era patologizada también en la versión DSM de 1968 reclasificándola como desviación sexual con la consiguiente estigmatización social.

Las protestas llegaron hasta el seno de la APA. En 1970 los activistas irrumpen con violencia en la convención de San Francisco demandando sus posturas. Se sucedieron en los dos años siguientes pero esta vez se les otorgó una mesa de discusión. Sin embargo, la conclusión era la misma: la homosexualidad es una desviación o trastorno psicológico.

En 1973 cambiaron la estrategia. Decidieron discutir la definición de un trastorno mental. Se acordó que eran aquellos que causan regularmente malestar subjetivo o se asocian con un deterioro en el desempeño social. Por lo tanto con esta definición, la homosexualidad no causa malestar -aparente- en el propio individuo ni le impide socializar. De esa manera se decidió despatologizar la homosexualidad del DSM.

Esta “nueva” definición de lo que es un trastorno es cuestionada por carecer de toda lógica. Una parafilia no necesariamente causa malestar a quien la padece. Podemos mencionar el voyerismo, muy cercano a la adicción a la pornografía. Al individuo no le causa malestar pasar el tiempo frente a la pantalla ni tampoco impide -en apariencia- socializar con su entorno. Pero en 1973 estas conclusiones no importaban, la batalla obtenía un hito importante. 

Esta despatologización fue una decisión política. Incluso la activista pro-gay Barbara Gittings reconoció que no fue una decisión de carácter médico ni mucho menos basada en una evidencia científica sólida4. Posteriormente, La APA complementó la decisión con una votación obteniendo el 58% a favor de la eliminación de la homosexualidad del DSM.

En la versión DSM II de 1974, la homosexualidad se reemplazaría por el término “trastorno de la orientación sexual”, definida solamente si la persona posee un conflicto con su orientación sexual o desea cambiarla.

La APA no podía detener el avance en su estructura orgánica del movimiento LGTBI. Para 1978 ya tenía un grupo de trabajo para LGTBI y se creó la Asociación de psiquiatras gays y lesbianas. En 1979 se funda la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés). Esta organización estableció los llamados “Estándares de cuidado” para la salud de las personas transgénero y género diverso, actualmente en su octava versión5.

Para 1980 se cambió el nombre a homosexualidad egodistónica, pero eso también fue eliminado en una revisión de 1987. También se incluyó la definición de la transexualidad6 dentro de los desórdenes de identidad de género y el desorden de identidad de género en la infancia.

En 1992 la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas (OMS) eliminó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), consumando la victoria política del movimiento LGTBI a nivel mundial.

Finalmente, en el DSM V de 2013 se incluye la descripción de disforia de género separada de las parafilias y disfunciones sexuales; y en la versión CIE 11 de 2019 se incluye como discordancia de género.

Podemos concluir que la APA fue reaccionando a las inconformidades de las asociaciones y a los debates ideológicos de los activistas gay más que a los estudios médicos; y ha venido adecuando la terminología para evitar los términos estigmatizantes y ser “políticamente correcta” en lugar de apegarse a la evidencia científica.

Adicional a esto, la estrategia incluye no excluir del manual a la disforia de género, debido a que al estar incluida en el DSM los estados deben financiar los tratamientos que de ella se deriven. Estos tratamientos serían muy costosos para los individuos si los pagaran por su cuenta, así que acuden a solicitar tratamientos con hormonas para su transexualismo, los cuales se requieren casi en forma permanente, sabiendo que el estado lo financiará.

De esa manera los terapistas pueden prescribir dichos tratamientos basados en “ayudar” a la disforia de género del paciente y asi cumplir -según ellos- con garantizar el acceso a la salud como derecho fundamental. 

Las nefastas consecuencias de estos tratamientos se explican en el capítulo 3 de esta serie.

Es importante agregar que no todos los psicólogos y médicos están de acuerdo con la APA en este tema7

Actualmente la definición de disforia de género según el DSM-V está definida por estas características resumidas8:

Disforia de género: una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que se le asigna.

En niños:
Un poderoso deseo de ser del otro sexo, simular su atuendo, preferir su rol, sus juguetes, sus juegos y actividades habituales.
Preferencia marcada por jugar con el sexo opuesto, rechazo a los juguetes típicos de su sexo.

Disgusto por su propio cuerpo y deseo por poseer los caracteres sexuales del sexo contrario.

En adolescentes y adultos:
Fuerte deseo por desprenderse o impedir el desarrollo de los caracteres sexuales propios y poseer los del sexo opuesto, así como ser del otro sexo o un sexo alternativo.
Fuerte deseo de ser tratado y de tener los sentimientos y reacciones típicos como del otro sexo o alternativo.

Hay que aclarar que, en las características diagnósticas de la literatura en salud ideologizada, no define al sexo de nacimiento como sexo biológico, sino como “sexo asignado al nacer” o como “estereotipo binario”, por el contrario, utiliza los términos de “sexo preferido”, “sexo deseado”, “sexo experimentado”. También utiliza el término “género”, “diferencias de género”, “género autopercibido” “género autorrepresentado” en lugar de mencionarlo como diferencias sexuales o diferencias por sexo. 

Esta forma de redactar demuestra que el factor ideológico, más que el científico, ha permeado en esta importante guía médica, al menos en las comisiones relativas a la orientación sexual y disforia de género.


  1. Fisk, Norman. Gender Dysphoria Syndrome-The Conceptualization that Liberalizes Indications for Total Gender Reorientation and Implies a Broadly Based Multi-Dimensional Rehabilitative Regimen. The Western Journal of Medicine. Mayo 1974, 120. 5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1130142/pdf/westjmed00309-0060.pdf ↩︎
  2. Hooker, E. A. (1957). The adjustment of the overt male homosexual. Journal of Projective Techniques 21: 17-31. ↩︎
  3. Bieber I., et al: Homosexuality — A Psychoanalytic Study of Male Homosexuals, N.Y.: Basic Books, 1962. ↩︎
  4. Baughey-Gill, Sarah (2011) “When Gay Was Not Okay with the APA: A Historical Overview of Homosexuality and its Status as Mental Disorder,”Occam’s Razor: Vol. 1, Article 2. https://cedar.wwu.edu/orwwu/vol1/iss1/2 ↩︎
  5. WPATH. 15 Septiembre 2022. Standards of Care for the Health of Transgender and Gender Diverse People, Version 8. Taylor & Francis Group, LLC. https://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/26895269.2022.2100644 ↩︎
  6. Explicamos más adelante el concepto de transexualidad.  ↩︎
  7. Nicolosi, J. & Nicolosi, L. (2005) Guía para padres para la prevención de la homosexualidad. Edifica Editores. p. 6 y 8 ↩︎
  8. Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014. ↩︎

Este artículo es parte del capítulo 1.
Descargue el capítulo completo en PDF de esta serie aquí:

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