El lenguaje inclusivo es una aberración1 linguística.
La Real Academia de la Lengua Española fundada en 1713, es el ente que regula y protege el idioma español. Su objetivo en breve:
«velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad»2.
Muchos aceptan el lenguaje inclusivo basados en el argumento que el lenguaje cambia con el tiempo.
La RAE está consciente de los cambios que con el tiempo el lenguaje experimenta, pero regula estos cambios para que no pierdan o desvíen la estructura y la esencia del lenguaje.
Una de las primeras acusaciones al lenguaje es que por siglos ha sido machista, invisibilizando a las mujeres. También, que el lenguaje es producto de un androcentrismo cultural. No hay nada de cierto en estas afirmaciones, pues lo que se conoce como masculino gramatical es un mecanismo del sistema lingüístico establecido por evolución a lo largo de la historia de la lengua, y no es fruto de una decisión consciente de ningún colectivo de hablantes3.
Al respecto se puede aclarar que no es el lenguaje quien ha invisibilizado a la mujer, ha sido la sociedad en algún momento y con personas concretas. El lenguaje solo ha sido reflejo de quienes lo usan.
Sin embargo, tampoco se puede lanzar la culpa sobre la RAE pues ha ido corrigiendo con el tiempo expresiones machistas.
Un ejemplo de ello es el término “sexo débil”. Para 1925 era sinónimo de “mujeres”; En 2001 aun era “conjunto de mujeres”; Pero para 2014, su significado cambia a: “conjunto de mujeres con una intención despectiva o discriminatoria”. Es decir, no se puede eliminar la expresión, lo que se ha hecho es explicar que es un término peyorativo.
Otro ejemplo es el término que denota un cargo público: oficial. Su significado en 2001 era: hombre que se ocupa o trabaja en un oficio. Para 2014, oficial significa: personaque se dedica o trabaja en un oficio.
Se han cambiado muchos significados en el diccionario que avala la RAE porque muchos oficios ahora los realizan las mujeres.
La evolución lógica actúa de esta manera: la sociedad va cambiando, el lenguaje se adapta. Pero el lenguaje inclusivo lo entiende al revés: Cambiar el lenguaje para que la sociedad cambie.
Hay dos visiones muy diferentes sobre el concepto lenguaje inclusivo. Las enumeramos y explicamos:
1- La visión que se está promoviendo a nivel ideológico consiste en incluir los sustantivos femeninos en las oraciones y/o sustantivos neutros. Ejemplo: “ciudadanos y ciudadanas”, “todos y todas”. (desdoblamiento de género semántico). Pero también se esmera a invisibilizar los sustantivos masculinos: el profesorado en lugar de los profesores.
2- La visión de la RAE4: El español ya dispone de un mecanismo inclusivo: el uso del masculino gramatical, que, como término no marcado de la oposición de género, puede referirse a grupos mixtos y, en contextos genéricos o inespecíficos, a personas de uno u otro sexo.
Es decir, el sustantivo masculino gramatical ya incluye a ambos y el contexto no deja espacio al error. Ejemplo: “todos somos iguales ante la ley”.
La RAE sostiene que las denominaciones en masculino están justificadas lingüísticamente, ya que corresponden estrictamente a las convenciones gramaticales y léxicas que el español comparte con otros muchos idiomas5.
En las relaciones de género y sexo hay que diferenciar el género gramaticalque todos los sustantivos poseen y el género semántico que define oposición de sexo.
Hay que aclarar que el masculino como género por defecto o género no marcado6 es un recurso lingüístico independiente de la oposición de los sexos (género semántico). No puede variar a voluntad de un grupo de personas, porque es un fruto de la evolución a lo largo de siglos desde el latín a nuestra época; además, constituye uno de los pilares del sistema gramatical y cumple con los principios de economía del lenguaje.
Ejemplos: cuando se utiliza el término todos, por su significado, no queda nada fuera del todo. No hace falta agregar el femenino gramatical (“todos y todas”). Al decir ¡traigo chocolates para todos!, no hay equívoco; nadie se queda fuera de recibir un chocolate, independientemente de su sexo.
Otros ejemplos en los cuales el masculino gramatical es suficiente para englobar a un conjunto de personas sean hombres o mujeres:
Los hábitos de los consumidores.
Los pasajeros del avión que resultaron heridos.
Todos los hispanohablantes.
Para beneficio de los pacientes del hospital.
Los responsables del delito.
Para comprender porque es innecesario agregar las versiones en femenino (los pasajeros y las pasajeras, los vecinos y las vecinas) hay que comprender cómo funciona el sistema del lenguaje.
El sistema son las vigas y columnas de una lengua. Este código limita lo que es permitido o no en la gramática. Sin embargo, también es flexible y creativo siempre que se cumplan las pautas.
Por otro lado, la norma en un lenguaje surge por una generalización en el uso o por una aceptación social. Una norma armoniza con el sistema si no lo contradice. En caso contrario, entra en conflicto.
Ahondando en la gramática, hay que diferenciar los tipos de sustantivos según la relación género gramatical-sexo.
Sustantivos epicenos
No tienen como objeto diferenciar los sexos sino definir o diferenciar un grupo.
Estos no distinguen en su significado la oposición de varón/mujer, su función es diferenciar clases o grupos en un nivel más general.
Por ejemplo, para animales: camello, cobra, pantera, gato; en humanos: persona, víctima, prójimo, jóvenes, niños, ancianos.
Cuando se dice: los gatos y las panteras. La primera relación es de oposición, se diferencian las especies, y tácitamente engloba a todos los que la componen: gatos machos, gatos hembras, panteras machos y panteras hembras.
Así, cuando se antepone jóvenes vs ancianos,la función de estos sustantivos es diferenciarse por el grupo etario, no por su sexo.
Este es el equívoco más común del lenguaje inclusivo, creer que los sustantivos epicenos deben además diferenciar el sexo.
Por lo tanto, cuando se enumera o diferencia por grupo etario añadir una diferencia (un desdoblamiento) de sexo es innecesario; por ejemplo: “los niños y las niñas junto con los adolescentes y las adolescentes”. Lo correcto es: los niños junto con los adolescentes;también: los alumnos y los profesores; porque la relación de oposición son las edades o las clases.
Si bien el desdoblamiento es innecesario y es error su uso, no es incorrecto únicamente cuando la información es relevante:
Dicha enfermedad en las gónodas sexuales afecta tanto a los pacientes hombres y las pacientes mujeres.
La relevancia existe porque los órganos sexuales femeninos y masculinos son diferentes.
Sustantivos ortónimos
Son sustantivos que por su naturaleza solo pueden ser de un sexo. Por ejemplo: musa, ninfa, celestina, hada, amazona, soprano, contralto. Estos sustantivos son exclusivamente femeninos. Mientras que: cura, tenor, imán, barítono, son exclusivamente masculinos.
Deben pasar varios siglos para que en las musas sean varones y un imán7 del islam sea mujer.
Sustantivos de desinencia (terminación) común
Estos sustantivos se escriben igual para ambos sexos y se diferencian por el artículo determinante. Ejemplo: el estudiante, aquella estudiante, nuestro organista, la organista.Es incorrecto decir “aquella estudianta y el organisto”.
Sustantivos de desinencia (terminación) variable
Los sustantivos que se diferencian tanto en el artículo determinante como en la terminación. Ejemplo: el alumno, la alumna; el cliente, la clienta.
Es importante aclarar que la terminación variable es permitida por el lenguaje siempre y cuando se enmarque en el sistema y la norma.
Colectivos de pareja
Este tipo de sustantivos tiene como por objeto agrupar ambos sexos. Ejemplo: padres, abuelos, reyes, duques. En estos casos el sustantivo suma ambos sexos en una sola palabra. Es decir, ¡es inclusivo! La expresión común en las escuelas: los padres y las madres, es innecesaria y curiosamente es excluyente.
Este ejemplo lo explica:
En la oración
María Hernández es uno de nuestros mejores científicos,
se tiene la tentación de cambiarla por:
María Hernández es una de nuestras mejores científicas.
En la primera oración María está en una categoría sobresaliente entre científicos hombres y mujeres. En la segunda oración María está únicamente sobresaliendo solamente entre mujeres. La segunda oración no hace justicia a María; por “visibilizarla” la reduce a un grupo menor (mujeres científicas), mientras que la primera expresión la compara y la hace sobresalir en un grupo más amplio (hombres y mujeres científicos). Estos errores son los que ocurren al tratar de ser “inclusivos”.
Sustantivos de profesiones, labores y oficios
Estos sustantivos son los que más han sufrido un uso arbitrario con el lenguaje inclusivo, más en forma ideológica que lingüística.
La formación de femeninos en las profesiones (abogada, ingeniera) se ha dado en forma natural en la medida que la mujer ha llegado a ocupar dichas profesiones. El lenguaje no tiene problema en aplicar la regla de la terminación variable, siempre y cuando el sistema lo permita, en esos casos la RAE lo publica en el diccionario.
El problema ocurre cuando a la fuerza por razones ideológicas se quiere obligar al lenguaje a visibilizar a las mujeres ignorando las reglas lingüísticas que impiden su terminación variable.
Hay casos en los que la terminación variable se resisten por regla:
1- Aquellos oficios que proceden del participio del presente8 con una base verbal, es decir, que el oficio lo relacionamos con un verbo. Ejemplos: de los verbos presidir, gerenciar, gobernar, estudiar, ver; cuando expresan quien preside, el que gerencia, la que gobierna, los que estudian, la que ve;son simplificadas con el participio del presente (-nte), así: el presidente, la presidente, el/la gerente, el o la gobernante, los estudiantes, algún vidente.
Hay una fuerte presión por aceptar los términos presidenta y gerenta. Esto sería aceptar que los verbos tienen género gramatical, lo cual es una aberración lingüística; Aquí es donde choca la ideología con la gramática. Si sólo los sustantivos tienen género gramatical, ¿por qué alterar los pilares de la lengua por una presión social?
2- Los oficios que terminan en -ista y se resisten a su terminación variable. Ejemplos: artista, exorcista, jurista, novelista. La diferencia en los sexos se hace con los determinantes (el/la), la artista, el novelista, la jurista.
En estos casos es un error hacer la diferencia por terminación: el artisto, el novelisto, el juristo. La única excepción se encuentra en el oficio modisto.
Cabe mencionar que no se conoce de ningún hombre futbolista, ciclista, guitarrista, violinista, dentista o caricaturista, que se haya quejado que su oficio termine con la letra “a” en una aparente terminación de género gramatical femenino que invisibilice su masculinidad o que al momento algún colectivo varonil haya presentado una queja o solicitud de cambio en la legislación de su país contra dicho término por el daño emocional causado (sarcasmo).
3- Los oficios que provienen de un sustantivo que termina con -a. Ejemplo: el/la políglota, el/la estratega
4- Los oficios que provienen de un sustantivo que termina con -e. Ejemplo: el/la sastre, el/la detective, el/la conserje.
Para todos los demás oficios que provienen de sustantivos si existe la posibilidad de las terminaciones variables: del sustantivo jardinería surge el jardinero, la jardinera; de la plomería, el plomero, la plomera; de artesanía, el artesano, la artesana.
Intentos por desaparecer el masculino genérico
Como el masculino genérico es el centro de las críticas de los movimientos feministas considerándolo herencia del patriarcado y de una visión antropocéntrica, de la cual el lenguaje no es el culpable, pero aun así hay que exterminarlo.
Estos son algunos ejemplos:
1- Sustitución del masculino genérico por colectivos o epicenos:
el profesorado, el alumnado, la infancia, la ancianidad, la abogacía, el personal médico, la judicatura. Esta propuesta posee limitaciones en su significado; la infancia no come, no duerme, no se enferma, los niños sí.
También es inexacta al utilizarla en contextos cotidianos. Ejemplo:
A clase vinieron cinco alumnados.
Lleva este regalo a algún profesorado.
2- Eliminación del artículo (el/los).
Ejemplo: Se examina a estudiantes de secundaria.
La oración deja dudas, ¿a algunos?¿a muchos, pocos?
En cambio: Se examina a los estudiantes de secundaria, deja claro que son todos.
3- Eliminación del sujeto.
Se decide usar una expresión impersonal. Ejemplo:
Se acudirá al aula mañana.
En este caso invisibilizamos a todos y no queda claro si hablamos de alumnos, profesores, administrativos.
Intentos por normar el lenguaje inclusivo
En los últimos años varias instituciones, entre universidades y gobiernos locales y nacionales intentan introducir el lenguaje inclusivo en guías “no sexistas”, manuales de estilo y protocolos. Lo más curioso es que se han hecho sin incluir o consultar a la RAE. Eso equivale decir que un grupo de personas se reune para alterar la tabla periódica sin la presencia o consulta de ningún químico.
Lo anterior crea un conflicto en la academia, especialmente en aquellas universidades donde se imparte la lengua como especialidad.
Para ahondar en este punto se puede revisar la aclaración que hizo Ignacio Bosque9, Catedrático de la Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid
donde cita algunas instituciones como las universidades de Granada, Murcia, Málaga, Politécnica de Madrid y algunas instituciones públicas quienes presionan y oficializan el lenguaje inclusivo. Y Latinoamérica las imita.
Ventajas del masculino genérico
A diferencia de los esfuerzos por eliminarlo,conviene aclarar las ventajas que el lenguaje le atribuyó con el paso del tiempo.
Define clases. Los sustantivos epicenos agrupan las categorías en el principio de la formación de una lengua. Eliminarlo sería imposible pues se necesita en la estructura mental y lógica de todo sistema la diferencia de objetos, clases y categorías.
Principio de economía lingüística.El genérico masculino reduce la retórica innecesaria tanto al escribir como al hablar.
Es incluyente. En su significado incluye al masculino y al femenino.
Reduce equívocos.
Al englobar categorías, grupos de personas, el masculino genérico evita las ambiguedades.
Lenguaje administrativo sin sesgo. Contrario a las nuevas ideologías, resalta la importancia, valor o jerarquía del cargo más que al sexo de la persona quien temporalmente ostenta el cargo.
Estas ventajas además demuestran que la formación del genérico masculino se ha dado con el tiempo y ha hecho del español una lengua robusta, no proviene de alguna ideología patriarcal o arbitrariedad heteronormativa.
Conclusión
No hay que perder de vista que el lenguaje inclusivo tiene como adversario a la RAE, y sus objetivos son deconstruir el lenguaje para cambiar los significados.
Hasta el momento la RAE se mantiene firme en defender el sistema de la lengua. No se sabe hasta cuando se mantendrá en esta postura.
Si hacemos un ejercicio mental por un momento y separamos el sistema lingüístico de las normas sociales (donde está la cultura), el sistema representa el guardián de los significados y conceptos que se mantienen en el tiempo. Aquí se encuentran las palabras que por siglos custodian conceptos que engloban valores, principios, características, que se transmiten de generación en generación. Estos deben permanecer legibles y comprensibles por todos para recibir su verdadero significado.
El significado de la palabra mesa se mantiene en los siglos tanto para Cervantes con una pluma y tinta como para quienes usan un computador portátil. Hablamos de ese mismo concepto de mueble.
Cuando las palabras engloban conceptos más complejos, se preservan con más esmero, de lo contrario no se puede transmitir la filosofía, la teología, la razón, las ciencias, los principios humanos. Y eso es justamente lo que la ideología de género disfrazada de buenista queriendo ser “no sexista” busca romper, evitar la transmisión de la cultura milenaria de la civilización occidental porque allí en la historia se encuentra la verdad.
No se distraiga el lector creyendo que el lenguaje inclusivo es un asunto de artículos y sustantivos y terminaciones; es un asunto de acostumbrarnos a negar la verdad de las cosas, de alterar significados, de comunicarnos con falacias sin sentidos y llevarnos al absurdo, como lo explicaba Orwell en su novela 1984. Se trata de negar e impedir que las personas desarrollen un pensamiento racional, pues la razón es otro camino para llevarnos también a la verdad.

Este artículo es parte del capítulo 6.
Descargue el capítulo completo en PDF de esta serie aquí:
- aberración. Del latín aberratio, -ōnis ‘desvío’, ‘distracción’.
1. f. Grave error del entendimiento. Sinónimos: error, equivocación, disparate, despropósito, dislate, desatino, desvarío, yerro. ↩︎ - RAE, Sitio web. https://www.rae.es/la-institucion/la-rae ↩︎
- RAE informa. X (antes Twitter) https://x.com/RAEinforma/status/1178639333802352642 ↩︎
- RAE. (2020). Informe de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo cuestiones conexas. p.64. https://www.rae.es/sites/default/files/Informe_lenguaje_inclusivo.pdf ↩︎
- Idem. p. 16 ↩︎
- Género no marcado es aquella expresión donde no se conoce qué sexo tendrán los individuos. Ejemplo: Hay que buscar a los culpables del delito ↩︎
- Imán: Persona que dirige la oración colectiva en una mezquita y en una comunidad musulmana entre los musulmanes suníes. ↩︎
- Álvarez, Paco. El participio de presente español. Gramática histórica del castellano. https://www.delcastellano.com/participio-presente-activo-espanol/ ↩︎
- Bosque, Ignacio. (Marzo 2021) Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer. Informe a la RAE. https://www.rae.es/sites/default/files/Sexismo_linguistico_y_visibilidad_de_la_mujer_0.pdf ↩︎