¿Qué es el amor?

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El amor siempre ha estado en boca y pluma de la humanidad por siglos. Y no es fácil definirlo sin evitar caer en aproximaciones.

De tanto que se habla de amor en nuestra sociedad, se ha desvirtuado el sentido profundo de lo que representa. En ocasiones queda reducido a los sentimientos de las relaciones hombre y mujer1.

Una de las definiciones más antiguas del amor se encuentra en Aristóteles, quien planteó que el amor es querer el bien para el otro2.

Tres siglos después Jesús ampliaría la definición diciendo que “Nadie puede tener amor más grande que dar la vida por sus amigos.3” También añade que el amor es la relación con Dios, los hombres y con uno mismo4. Pero le agregó una dificultad mayor al sugerir que se debe amar a los enemigos5.

No se puede definir el amor si no se consideran sus dimensiones. El amor involucra sentimientos, no se puede negar, pues los seres humanos no son de piedra; perciben, sienten, sufren, ríen, lloran y cantan. Todo ello forma parte esencial del ser humano. Sin ello seríamos autómatas.

Además, incluye la atracción, el gusto, la estética, esas mariposas en el estómago. Todo esto es parte del enamoramiento hacia el otro que la naturaleza ha puesto en nuestros genes para que nos agrade el acto de la procreación. De lo contrario nos extinguiríamos como especie.

Normalmente el sexo es una forma de expresar el amor. El sexo se justifica, incluso se santifica, en cuanto que es un vehículo del amor, pero sólo mientras éste existe6.

Sin embargo, el amor no sólo es atracción física, sexual, emocional o sentimental, también lo es espiritual y sobrenatural; ya que además tenemos una dimensión trascendente, más allá de lo material. Esto lo convierte en una realidad profundamente existencial. Al experimentarlo la persona descubre que ha sido creada para amar y ser amado por alguien que lo ama.

Lo anterior se vuelve evidente cuando existe la ausencia del amor en las vidas de las personas o cuando éste no es verdadero sino aparente.

Cuando es sincero y verdadero, tiende a la unión evidente con el amado, porque necesita dar lo mejor de sí en forma desinteresada y participar con el otro de lo esencial de la vida.

Esta dinámica de donación hace que las personas viertan sus mejores capacidades por el bienestar del otro; por consecuencia el amor se constituye en una vía para la perfección, se conoce el amor en la medida que se ama.

Existen interpretaciones erróneas de amor descritas por Erich Fromm7: existe el “amor infantil”, el cual se encuentra en aquella persona egoísta que busca ser más amada que amar; “el amor inmaduro”, el cual además de ser infantil, no busca un compromiso real sino mantenerse en un plano de enamoramiento superficial solo por atracción emocional o física.

Por el contrario, el “amor maduro” implica voluntad, autenticidad, desinterés, confianza, comunicación, empatía y un equilibrio en el dar y recibir. En este tipo de amor ninguno pierde su propia identidad sino todo lo contrario, ésta es tratada con respeto y dignidad.

San Pablo lo explicó en su Carta a los Corintios: el amor es paciente, benigno, sin envidas, sin presunción, no es indecoroso ni egoísta, ni se irrita, ni se alegra de la injusticia, al contrario, se goza en la verdad8.

Brevemente explicamos algunos tipos de amor.

amor pareja
Ilustración: MPDG (#MadeByAHuman)

Amor conyugal
Expresado entre un hombre y una mujer, fundamentado en el compromiso de su entrega complementaria recíproca y exclusiva, la cual es total e irrevocable. Ello implica un juramento de fidelidad por toda la vida.

Por su naturaleza es fecundo y su trascendencia se encuentra en los hijos. En él se cumple las dimensiones físicas, emocionales, espirituales y sobrenaturales.

Amor maternal
La mamá es la fuente principal de la vida del niño y su desarrollo. Ella imprime en el hijo el amor por la vida.

El amor de la madre con su hijo crea una dependencia hasta cierto punto necesaria. Sin embargo, en algún momento este deberá separarse de madre para desarrollar su propia individualidad e identidad. Esta separación es necesaria para reforzar la identidad de su propio sexo tanto si se trata de un niño como de una niña.

Amor paternal
El padre aporta un componente de aceptación, acogida y seguridad, es el complemento al amor de madre. Es fundamental para el desarrollo saludable de la personalidad de los hijos, sean estos varones o mujeres. Ambos necesitan de su padre un amor que sea suave y fuerte.

Ilustración: MPDG (#MadeByAHuman)

Amor fraternal
Este amor es el que nos ayuda a entender que somos iguales; que vivimos en cooperación y solidaridad, que respetamos las necesidades del otro. También nos ayuda a conocer los límites, a competir en forma sana y a dejar a un lado el egoísmo.

Este tipo de amor se aprende en la familia. Comenzando por el ejemplo que brindan los padres y luego con los hermanos. A veces, las familias numerosas también aportan a este aprendizaje como escuelas de socialización.

Este amor da origen a las amistades sanas. Si estas son del mismo sexo ayudan a reafirmar la identidad de una persona en el proceso de crecimiento, incluyendo la identidad sexual, especialmente antes de la adolescencia.

Todas las personas son fruto de la suma de los tipos de amor que llegan a conocer en la vida: los padres, los hermanos, la familia, los amigos, las personas mayores, los profesores y formadores y por su puesto de sí mismo. Al mismo tiempo, son la fuente de amor para los otros con quienes se relacionan9.

Lastimosamente esta fórmula aplica a la inversa. Las personas también son el fruto de la ausencia del amor recibido por parte de sus padres, de sus pares y de sí mismo. Este es el origen de los vacíos afectivos que van a constituir el origen a las atracciones al mismo sexo que más adelante se explicarán.

Ante la pregunta ¿existe el llamado “amor gay”?, lo trataremos en un apartado en particular.


  1. Fabregat Rosas, Alfonso. Vocación al amor como opción fundamental de la persona humana. Hechos para amar. CIFFA - Centro de Investigación y Formación para la Familia.
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  2. Aristóteles. Ética a Nicómaco. The Ethics of Aristotle. The Project Gutenberg
    ↩︎
  3. La Santa Biblia. Traducción directa de los textos primitivos en dos tomos Mons. Straubinger. Juan. 15, 13
    ↩︎
  4. Ibid., Mateo 22, 37-40
    ↩︎
  5. Ibid., Mateo 5, 43-48
    ↩︎
  6. Frankl, Víctor E. El hombre en busca de sentido. Herder. Barcelona 1998
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  7. Fromm, Erich. El arte de amar. Paidós. Argentina
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  8. La Santa Biblia. Traducción directa de los textos primitivos en dos tomos Mons. Straubinger. San Pablo. Corintios, 13, 4-13
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  9. Rojas, Enrique. Remedios para el desamor. Ediciones Temas de Hoy. Madrid 1998
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Este artículo es parte del capítulo 1.
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