No escandalizarse, pero tampoco aceptar que es homosexual.
Cuando hay señales con indicios de trastornos de identidad sexual hay que evitar los dos extremos de escandalizarse, pero tampoco normalizarlo aceptando que es homosexual e incluso incitar a etiquetarlo públicamente de ese modo, aceptando nuevos nombres, pronombres o identidades para dirigirse
a esta persona.
En etapas tempranas de la niñez o adolescencia, generalmente se trata de una confusión de identidad generada por factores y circunstancias particulares relacionadas al proceso de madurez emocional. Según su nivel de conciencia personal y social, esta confusión puede significar un grado de sufrimiento por sentirse diferente.
El maestro o quien esté a cargo del grupo de alumnos en primera instancia debe moderar para evitar algún tipo de discriminación o acoso (bullying) y procurar la sana integración del chico con amaneramiento o con actitudes de timidez, introversión, aislamiento; sin que sea evidente ante el chico afectado para que no se sienta sobre protegido o que requiera protección, sino que su aceptación es genuina y tratado como los demás.
Este artículo es parte del capítulo 6.
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