Mantener la prudencia y evitar escandalizar al chico o al grupo.
Como padres y/o maestros con la vocación de formar integralmente, no solo académicamente, se interviene como se haría en cualquier situación de comportamiento inadecuado.
Hay que distinguir si se trata de un juego de caracterización de rol o un indicio de confusión de identidad. En caso de ser un juego sin malicia, el padre o maestro puede hacer un comentario de tratar que los roles vayan de acuerdo a su identidad masculina.
Si se observan muestras de confusión de identidad, el padre o maestro sutilmente se acerca a él con prudencia al chico, para motivarlo y ayudarle a que, por propia iniciativa, tome conciencia de encauzarse a tener comportamientos y costumbres propias de su sexualidad natural, a su modo, según su propia personalidad.
Este artículo es parte del capítulo 5.
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